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Arquitectos: WNA Walter Nicolino Architects
- Área: 2000 m²
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Fotografías:Massimo Nicolino
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Proveedores: Oddicini, iGuzzini
The Learning Factory está situada en Bologna (Italia), a pocos metros de la estación central, en una parte del edificio industrial de principios del '900 “Ovidio Vignoni”. Los espacios, por su uso pasado vinculado al sector artesanal y productivo de baldosas artísticas, se caracterizan por ambientes amplios, con una marcada verticalidad. La cobertura de madera crea una articulada plaza cubierta con un programa abierto a las diversas actividades.
Espacios compartidos y aulas flexibles representan la mayoría de los espacios para la didáctica. Grandes ventanales dividen las aulas de los otros espacios, asegurando una conexión visual entre las personas. la mayoría de las funciones ocurre a planta baja, en continuidad con los espacios exteriores de la ciudad. Los desniveles entre los ambientes están conectados por un sistema de rampas que se basan por el imaginario industrial y se plantean como puntos de referencia y orientación. Hay tres altillos para funciones específicas, como oficinas y salas de reuniones, conectados por escalas icónicas.
El cambio de uso urbano de los locales ha hecho necesario un ajuste estructural antisísmico: un nuevo nivel en diálogo con las preexistentes que abarca parte de las estructuras existentes de ladrillo y madera. Los ambientes se dividen en dos alas principals: el “sector de la mampostería a la vista”, calle Jacopo Barozzi, vive del contraste entre ladrillos y hierros, mientras que el sector “de los muros enlucidos”, calle Attilio Muggia, utiliza el blanco como filtro cromático principal para paredes y elementos de acero, a excepción de la escalera amarilla que conecta el nuevo altillo.
Los espacios de estudio flexibles - caracterizados por paredes reconfigurables, pantallas de cortinas suspendidas y muebles móviles - son parte integrante del espacio conectivo, creando una relación de ósmosis con él. Una solución que permite un alto grado de adaptabilidad del espacio, tanto durante los momentos de estudio e intercambio entre los estudiantes, como durante las presentaciones con invitados o eventos: se crea de esta manera un espacio abierto y activo para la enseñanza. El proyecto propone un "paisaje del aprendizaje" articulado y lleno de significados, capaz de adaptarse a los cambios.
Las áreas de exposición, equipados con soportes de pared y zonas de exposición de prototipos, representan un dispositivo cultural activo, integrándose con las zonas compartidas, para estimular el interés de los estudiantes hacia los contenidos expuestos - provenientes de las producciones educativas de los departamentos y por curas externas de estímulo para la formación.
Las instalaciones usan los espacios utilizando las superficies del suelo de hormigón a la vista como cuerpos radiantes, para optimizar el confort ambiental en relación con las alturas importantes, y canalizaciones aéreas para el tratamiento de los volúmenes de aire.
The Learning Factory se convierte en un dispositivo flexible, a medio camino entre un laboratorio para el aprendizaje y un contemporáneo centro cívico, donde varias comunidades se reúnen: las caracterizadas por un uso en serie del espacio (estudiantes, personal, profesores), pertenecientes a la ciudad y al territorio, atraídas por un programa de actividades culturales, complemento natural de la experiencia didáctica.